- A m a r i l l O -

Amarillo es el color que yo veo en el momento en que -en la realidad- tengo ante mis imperfectos ojos, el verde. Si, es así… una vez más otro defecto, otro error de construcción… otra confusión de mis células al momento de ordenarse para darme forma y poner todo donde tenía que estar, y funcionando… ojo! tampoco soy el Jorobado de Notre Dame, simplemente tengo algunos defectillos como cualquier ser, (es solo la necesidad artística de la dramatización)

Científicamente -y me informé- dentro del grupo de los daltónicos, yo soy miembro de los… tricomáticos anómalos..(¡!!!???) si, ya sé… parece grave… pero en realidad es el grupo mas común y el que menos acentuado tiene esta deficiencia… Esta -no- privilegiada pertenencia (recordarán la famosa publicidad) se debe a que las células que tenían a cargo ocuparse de la mínima porción de mis ojos que debía reaccionar ante el color de la esperanza (se las conoce como conos) se dejaron llevar por las ¿amigables!? -supongo- colegas amarillas por así denominarlas (explicación claramente no científica).
Ya lo se… ustedes dirán que esas células cumplían órdenes, que eran simples soldados enviados por los poderosos e intransigentes genes, los cuales repartían sus inapelables instrucciones para que como en una suerte de “hágalo usted mismo” las laboriosas pero humanas antes mencionadas mensajeras, hicieran el sucio.. o mejor dicho… daltónico trabajo.

Y sí, es verdad! los genes tienen la culpa de todo!

Mmmmm.. a ver… genes.. papás.. genes.. herencia… padres, abuelos…antecedentes de…. si! acertaron!... otro regalito mas que me dejaron mis antepasados… que como era de esperar, gracias a mi “incomunicada” historia familiar, no puedo identificar al culpable.
Pero no importa, supuestamente a mis treinta y tres años ya he perdonado y sabido entender todos los infortunios y desgracias por las que han tenido que pasar mis también imperfectos padres. Y no me voy a detener en ese punto porque sino mi querido amigo propietario de Blogger.com, se va a poner algo nervioso con las cantidades industriales de páginas que tendría que abrir para poder explayarme y así, ustedes, mis atentos “blogvidentes” pudieran mínimamente comprenderme mejor y saber porque necesito entre otras… escribir cosas como ésta! ...y por otro lado, sobre esos temas genealógicos, ya se encarga mi psicóloga, o al menos el intento hace.

Volviendo al poco colorido punto que se me dio hoy por tratar, estoy tratando y valga la redundancia, de trazar paralelismos entre mis características físicas y los perfiles del alma, de mi alma.
Hay ciertas “cosas” de la vida que según el momento en que estemos dentro de ella, no podemos (léase también no queremos) ver… por supuesto ya se imaginaran a donde quiero llegar, pero este posteo no pretende originalidad ni busca la sorpresa de algún lector melladamente calificado; aunque sí, puedo transmitirles de una manera “amigable con el usuario” mis crecientes cambios y mis interminables y muchas veces poco gentiles aprendizajes.

El verde es el color que se me hace esquivo a mi visión, y el amarillo es el que se entromete entre los dos… pero así como no todos los verdes son rehenes de este impostor, tampoco éste mismo me engaña ya tan intrépidamente… y como cuan mira desviada en un rifle, parece que estoy aprendiendo a “calcular” la diferencia, y poder ver lo que igualmente, ja!...no puedo ver.


Hubo muchas cosas que no pude ver… demasiadas… pero como a un viejo enemigo que ya se le conoce sus movimientos, voy a intentar, en los próximos tiempos, a no hacer la vista gorda.. ni incolora, y aunque duela y me quede sin nada (no! perdón my psyco! me voy a quedar conmigo!), espero saber actuar antes de tiempo… y el lastre despedir.

Mis ojos seguirán viendo amarillo lo que mi corazón quiera ver así….pero quizás….yo, ventile mi vista………y vea un poco mas de verde.

Gracias por su amable atención.