Dentro del pasar de los días y de la cotidianeidad de las cosas, a veces pienso en las oportunidades que tenemos para intentar algo que mejore nuestras vidas y en como, casi despectivamente las dejamos pasar. Que loco no?... parece que no nos diéramos cuenta que es verdad aquello de lo de que la vida alguna vez se termina… (recordatorio para mí también por favor)
Cuántas veces no hacemos algo única y exclusivamente por temor a la desaprobación del otro, y no nos engañemos, no hay excusas!… no hay excusas ni hasta en los ejemplos aparentemente mas sólidos y sin grietas que algunos de ustedes pudiera esgrimir. Cada día me convenzo mas que nadie escapa, ni la persona mas segura en sus causas y sus efectos, a la mirada del otro, en menor o mayor proporción… y ahí está, esa vocecita represora que llevamos todos dentro nuestro, y que se la adjudicamos generosa e impunemente al primero que tenemos al lado (proyección) sea quien sea... desde al conocido (o desconocido) ser que descansa a nuestro lado en la cama, hasta al cercanamente apretado pasajero que inconsciente viaja con el colectivo colmado de pensares.
Alguien dijo por ahí, para saber quien quieres ser, fíjate que estas haciendo ahora.
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Bless.